domingo, 27 de abril de 2014

El Tren

Caléndula estaba vestida con un pantalón de cuero o un material similar, Jorge no estaba seguro, que dibujaba a la perfección sus estilizadas piernas y caderas. Tenia también una remera musculosa de algodón, ajustada al cuerpo, en la que se adivinaban dos hermosos senos y que descubría su abdomen desde el ombligo hacia abajo (el arete del ombligo le quedaba realmente sexy,la verdad). También tenia una suerte de campera, del mismo material que el pantalón, que apenas le llegaba a la cintura. Finalmente, unas botas de taco alto estilizaban aun mas sus glúteos. Jorge estaba cada vez mas ansioso por confirmar la belleza que insinuaban las ropas de Cale. Obviamente, le hizo saber su opinión:
-Me querés matar de un ataque cardíaco, Estas hecha una diosa!

-Ya se- respondió secamente Cale, con un tono que subyugaría a cualquier hombre – Este es mi disfraz de mujer fatal- y luego replicó -Aunque la verdad es que me cuesta mucho llevarlo, después de todo lo que comimos esta tarde!
Con este comentario, volvió a emerger la Cale de siempre, provocando la risa de ambos.
-Bueno, por donde empezamos? - preguntó Jorge.
-Vamos a un bar del centro, donde tocan unos amigos, y después vemos.
-Ok, parece buen programa, que música hacen tus amigos?- Jorge solía tocar la guitarra cuando joven, luego las responsabilidades lo llevaron por caminos mas serios, principalmente a instancias de su padre, que no quería saber nada con el “rock y toda esa cantinela propia de drogadictos”. Jorge se sentía agradecido con su padre por haberlo rescatado a tiempo para convertirlo en un hombre de bien. No obstante, siempre siguió escuchando la música que le gustaba, y ya de grande, volvió a dedicarse a el instrumento como hobby. Por todo esto, se consideraba a sí mismo una especie de “pichón de melómano”.
-No se bien, es fusión pero no se de que. Espero que te guste.
Mmmm. La fusión nunca fue lo mio- pensó Jorge. Siempre le pareció que la fusión era cosa de Hippies, pero al fin y al cabo, mientras estuviera Cale... era capaz de escuchar temas de Iron Maiden interpretados por Frank Sinatra!
-Bue, vamos a tomar el tren que se hace tarde
-Vamos en tren?- A Jorge los trenes le parecían decadentes, cosa de otro siglo. A menos que fueran europeos, claro. Pero acá, en su país, eran sinónimo de bajo estatus social, caos, inseguridad y cosas por el estilo. Igual, sospechaba que las cosas deberían ser distintas en esta ciudad.
-Si, por? - Respondió Cale extrañada.
-Nada, digo, si mejor nos tomamos un taxi? Así no caminamos tanto
-Taxi? Caminar tanto? Para nada. En primer lugar, los taxis son para emergencias o personas impedidas, ya que son un medio de transporte de baja eficiencia. En segundo lugar, no importa en que parte de la ciudad te encuentres, no tenes que caminar mas de 400 metros para llegar a una estación de tren. Y en tercer lugar, caminar no tiene nada de malo, sobre todo en una hermosa noche como esta.
Touché! Las razones de Cale parecían irrefutables. Aunque no entendía porque los taxis podrían ser ineficientes, la sola idea de caminar con ella bajo la hermosa noche, era suficiente argumento para no pensar siquiera en continuar con la discusión. Otro día indagaría sobre los parámetros de eficiencia! Por ahora, que mejor que empezar la velada disfrutando la suave brisa al lado de semejante dama, que por otro lado, tenia las ideas bien claras, hay que decir!
Caminaron unos 200 metros (Jorge no podía precisar bien las distancias, ya que no existían “cuadras” propiamente dichas), y llegaron a una estación de tren subterráneo, igual que los tradicionales “Subtes” o “Metros”. La entrada a la estación era amplia y el techo de la misma era transparente en algunos lugares, de forma tal que la gente que transitaba por las veredas podía ver a la que estaba en la estación y viceversa. Dentro de la estación había algunos canteros con plantas y un poco de césped, como una especie de jardín de invierno, muy agradable por cierto. Los espacios eran amplios e irregulares. De hecho, sobre las vías , había grandes claraboyas, que según los cálculos de Jorge, permitirían la entrada de luz natural durante el día. Evidentemente, estas claraboyas daban a los canteros que separaban las calles de la superficie. La estación estaba muy bien iluminada, y tanto en las paredes como en el piso predominaban colores claros o bien blanco directamente. El techo y las paredes tenían formas curvas o irregulares, como si se tratara de una cueva, pero armoniosa.
En varios lugares habían monitores de gran tamaño, cale se acercó a uno y preguntó:
-Próximo tren al centro cultural?
El monitor, que estaba aparentemente apagado, se encendió rápidamente mostrando una grilla de información, que Jorge dedujo se trataba de los horarios de los trenes.
-Tiempo de arribo estimado en 5 minutos.
-Gracias- Dijo Cale, y luego, dirigiéndose a Jorge -En 5 minutos llega nuestro tren.
-Tenemos suerte- Respondió Jorge- No tendremos que esperar mucho.
-Desde hace tiempo que no hay que esperar mas de 10 minutos por ningún tren. Se mejoraron algunos algoritmos en el sistema de trafico y mejoro mucho los tiempos de espera. Yo misma participé del proyecto de actualización -Respondió Cale.
Jorge no tenia ganas de ahondar en tecnicismos y poco le importaba como funcionaban los trenes, pero en vista de que a Cale le gustaba hablar del asunto, y conocedor de que las mujeres gustan de ser escuchadas, preguntó:
-Proyecto de actualización? Que es eso
-Los trenes son controlados por un sistema automático de distribución de tráfico. El sistema se maneja sobre dos variables prioritarias. Economización de recursos y disminución de tiempos de espera de los usuarios, así como minimización de los tiempos de viaje. También hay restricciones provenientes de otras variables, como la seguridad, el confort y la información sobre el estado del servicio. La primer versión del sistema, no era tan eficiente, y el tiempo máximo de espera era de unos 35 minutos. Para la época en que fue creado, era un tiempo aceptable. Con el uso, se fue obteniendo mas información sobre las necesidades de los usuarios, y a las nuevas tecnologías en materia de transporte que fueron desarrollándose paralelamente , se dio la posibilidad de mejorar esos tiempos. Muchos de nosotros dijimos, porque esperar 35 minutos, si podemos lograr que sea menos tiempo? Así que actualizamos el sistema, es decir, el software y los trenes en si, para tener que esperar menos.
-Pero como lo actualizaron- Jorge no podía evitar que emergiera su rechazo a la nueva sociedad- Llamaron a una empresa, hicieron una licitación, como hicieron si acá no hay estado, no hay empresas, nadie trabaja, al menos eso me dijo Ramiro?
Cale se rió dulcemente, sabía por Ramiro que Jorge no estaba muy contento con las “nuevas ciudades”.
-En realidad creamos una empresa, no en el sentido que vos conoces, sino en el sentido literal de la palabra. Nos juntamos aquellos que teníamos un objetivo en común y trabajamos hasta alcanzarlo.
-Y los recursos, y los fondos? De donde los sacaron?- Nuevamente asomaba el Jorge enojado e incrédulo.
-Los recursos necesarios eran principalmente horas de investigación y trabajo, así que solo necesitábamos gente que quisiera colaborar. Por lo demás, para poder utilizar materiales y maquinas de uso comunitario, simplemente preguntamos al resto de los ciudadanos si estaban de acuerdo y creían conveniente llevar a cabo la empresa, y que nos dijeran que porcentaje de dichos recursos podíamos utilizar. Por suerte el proyecto les gusto a casi todos, así que lo iniciamos.
Otra vez la cantinela de la gente buena, pensó Jorge. Pero debía controlarse, una cosa era pelear con Ramiro y otra con Cale. Así que decidió preguntar menos, escuchar mas, y después de un tiempo conveniente intentar llevar la conversación a un terreno mas intimo.
-Y como se organizaron?- Pregunto Jorge, tratando de sonar interesado en el tema.
-Bueno, para una proyecto de esas características hace falta mucha coordinación. Primero armamos un foro para ver quienes estaban interesados en colaborar, que por suerte fueron muchas personas. Luego, invitamos a participar a las personas que sabíamos que tenían experiencia en el tema, incluso de otras ciudades, preguntándoles si tenían disponibilidad para participar. Luego, una vez establecido el equipo de trabajo, comenzamos a intercambiar ideas de como seria el proyecto. Establecimos las tareas y estimamos los tiempos que cada una debería llevar, designamos a un grupo de personas que coordinarían las mismas, nos dividimos en grupos para realizarlas en base las distintas especialidades y pusimos manos a la obra.
-Así como lo decís parece muy fácil, pero me imagino que en la practica no lo fue tanto.
-Y... la verdad es que fue muy divertido, y el éxito de la empresa supero las expectativas iniciales, así que estábamos todos muy contentos. Las dificultades eran exclusivamente técnicas, pero eso solo retraso un poco el fin del proyecto, nada mas... la verdad es que me gusto mucho.
-Me imagino que deben haber tardado mucho tiempo, debido a que nadie cumple horario, se me ocurre que llevar adelante semejante proyecto de la forma anarquica que se vive ahora debe haber sido muy difícil. Particularmente porque acá nadie quiere trabajar mucho, a juzgar por lo que he visto u oído. Aparte, ni siquiera les pagan.... como hacían para que todos trabajen por igual?
Cale sabia adonde quería llegar Jorge.
-No necesitamos que nos paguen, lo hacemos porque nos beneficia a nosotros y a la comunidad toda. Tenemos todo lo que necesitamos para vivir y mas también. Pero a todos nos gusta estar ocupados en algo. En estos proyectos manejamos los horarios a nuestro antojo. Si bien tenemos instalaciones cómodas para trabajar, en general cada cual trabaja desde su casa. Cuando es necesario, coordinamos reuniones. Hacia el fin del proyecto es frecuente que dichas reuniones se intensifiquen, o que establezcamos un horario para trabajar todos junto en un mismo lugar. A mi me gustaba ir al centro tecnológico a trabajar, porque me gusta encontrarme con gente, charlar e intercambiar ideas. Respecto del tiempo de trabajo, los coordinadores muchas veces tenían que frenarnos para que no trabajemos mucho mas de 8 horas, y recordarnos que hay otras cosas importantes, en particular cuidar de la salud. Es que cuando trabajas en algo que realmente te gusta, las horas pasan muy rápido. Por otro lado, no teníamos ningún tipo de presión. Si bien teníamos fijada una fecha de finalización, el proyecto se presentaría cuando estuviera listo y correctamente testeado. Ademas, con la gente del grupo nos juntábamos a comer, hacíamos fiestas, eventos y cosas divertidas. Pasábamos mucho tiempo juntos. Fue muy divertido. Y a todo esto, ahi llega nuestro tren...
Jorge ni siquiera lo había escuchado, absorto en la boca de Cale. Mientras ella hablaba, el casi ni entendía los sonidos que salían de su boca. Solo miraba como se movían sus labios, y las expresiones de su rostro, sus cejas se movían bastante al afirmar algunas frases. De golpe, el tren lo devolvió a la realidad, por eso no estaba seguro si era muy silencioso o solo él no lo había escuchado.... de hecho, ni siquiera se había percatado que había otras personas en la estación.
Mientras charlaba con Cale, varias personas se habían formado en pequeñas filas, frente a unas marcas que había en el piso en las que decía ingreso. Cuando el tren llegó. Las puertas del mismo se detuvieron justo frente a estas marcas. Había dos puertas por cada lado del vagón, de forma tal que por una puerta bajaban pasajeros y por la otra subían.
El tren era muy lindo, era blanco, aunque algunos vagones tenian pinturas del estilo grafitti. Jorge, haciéndose el indignado, le dijo a cale mientras señalaba los vagones pintados:
-Por lo que veo, los inadaptados siguen existiendo.
-A que te referís?-Pregunto cale extrañada.
-Digo, por los grafittis pintados en los vagones.
-Ahh, eso. Son grandes artistas verdad?
-Los grandes artistas pintan lienzos, estos son mocosos inadaptados- Terció Jorge.
-No,no, para nada. Son grandes artistas muy reconocidos por la comunidad, a los que se les pidió que decorarán los trenes, para que todos podamos disfrutar de su arte y para alegrar nuestros días con sus obras.
-En mi época los que hacían eso eran metidos en la cárcel, por destrucción de propiedad privada.
-Si, algo me contó mi mamá al respecto. Creo que de hecho tuvo un novio que hacia eso.
Mientras hablaban sobre la decoración del tren, entraron al vagón. A Jorge le llamo la atención el hecho de que los asientos estuvieran sobre los costados del tren, pero no mirando en la dirección en la que este viajaba, sino perpendicular a esta, es decir, con los respaldos contra las paredes del vagón. En realidad, en los subtes de su época solían tener disposiciones similares, aunque eran bancos fijos y no todos estaban en la misma dirección. Pero en este caso, las butacas eran individuales y parecían ser muy cómodas (cosa que tuvo oportunidad de comprobar). El tema es que el vagón era bastante ancho, quizás unos 4 metros, según calculo el mismo, y existía un amplio pasillo que separaba las filas de asientos. Esto le resultó mas bien extraño, debido a que no le parecía “optimo” que exista tanto espacio sin utilizar.
Otra cosa extraña era el hecho de que el tren parecía un largo túnel sin separaciones, es decir, estaba compuesto por vagones, pero no estaban divididos entre sí. Uno podía ver la parte final del tren así como el principio, cuando este se encontraba recto.
Mientras miraba desconcertado, Cale, que ya estaba sentada, le señalo un asiento a su lado.
-Sentate por favor, es mas seguro y mejora el rendimiento del tren.
Al sentarse en su butaca, Cale dijo en voz alta:
-Vamos al centro cultural.
Lo dijo como comunicándoselo a alguien, pero no había nadie realmente cerca que pudiera escucharla, por lo que Jorge interpreto que estaba hablando con la computadora del tren.
-Por que debemos decirle nuestro destino?
-Para optimizar el sistema.
-Como es eso?
-Las butacas son móviles, los vagones son autónomos, debido a que van sobre un campo magnético, no necesitan un motor ni ruedas. A su vez, se pueden separa durante el trayecto. Si el sistema detecta que separando la formación, los pasajeros llegaran antes a su destino, entonces reacomoda las butacas en distintos vagones y estos se separan. Todo esto es parte del proyecto que te venia contando.
-Y si no quiero que me reacomoden? Porque tengo que confiar en una maquina, que me anda moviendo de acá para allá.
-De todas formas, en los trenes viejos, también ibas en una maquina, salvo que menos segura e inteligente que esta -Cale tenia respuesta para todo.
-Bueno, pero que pasa si por ejemplo estoy parado, o si algún mecanismo se traba y el tren se separa igual? Que pasaría, me caigo del tren?
-Al ser criticas, las separaciones se suspenden ante el menor indicio de fallo. Se prioriza la seguridad sobre el optimo funcionamiento del sistema. Por ejemplo, si no hubiéramos dicho nuestro destino, el sistema no podría calcular un reacomodamiento.
-Es cierto, y que pasa entonces si alguien no quiere decir adonde va?
-Suele suceder, aunque es muy raro.
-Ves, al final, hay tanta opresión como en mi época- Jorge empezaba a creer que encontraba una falla en el sistema.
-No, no lo hacemos porque alguien nos obligue.
-Ah no? Y porque entonces?
-Porque así todos llegamos mas rápido y seguros a donde queremos ir. De hecho, llegamos, esta es nuestra parada – Dijo Cale mientras se ponía de pie.

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